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Reciclar cuando llueve también es posible




El agua es un bien que no todos los habitantes del planeta tienen a mano. Sin embargo, es necesario para sobrevivir. A pesar de necesitarlo, en África, según Ayuda en Acción, dos de cada tres personas de las zonas rurales no tienen acceso a agua potable.

En América Latina y el Caribe, 106 millones de personas carecen de un saneamiento adecuado. La escasez de agua afecta al 40% de la población mundial y en 2030 llegará al 50%. Es decir, casi la mitad de las personas de la Tierra tiene problemas para acceder a un recurso que en los países desarrollados se da por sentado y no se cuida.

En este otoño ha habido muchas precipitaciones, y la lluvia puede transformarse en agua útil de manera muy sencilla. Colocando cubos en el exterior o junto a canaletas y desagües podemos conseguir cantidades suficientes para regar las plantas, lavar el coche o fregar suelos exteriores.

También existen sistemas creados especialmente para recoger agua de lluvia, que pueden instalarse sin gran dificultad y resultan muy útiles en zonas donde el clima es muy húmedo.


Además de ello, cuando la llega la lluvia a las calles hay problemas con los residuos. Botellas, cartones, papeles y otro de tipo de basura queda diseminada por la vía pública, y puede generar complicaciones como inundaciones.

Para evitar en la medida de lo posible estos problemas tenemos que atender a algunos consejos como los siguientes:


- Respetar los horarios de recogida de residuos de las diferentes zonas. No conviene dejar los residuos demasiado tiempo a la intemperie para evitar su excesivo deterioro.

- Depositar los residuos en lugares altos y adecuados, fuera del alcance de los animales.

- Colocarlos en recipientes resistentes para evitar roturas con la humedad y el agua y que la basura se disemine por el suelo.

- Colocar los residuos lejos de los postes de la luz para evitar accidentes por posibles descargas eléctricas a los operarios.

- No tirar bolsas, envases, papeles, envoltorios y otros elementos en la vía pública ya que pueden provocar problemas como que otras personas se resbalen.

- No acumular basura en la calle, esquinas y baldíos, ya que cuando llueve, la basura es arrastrada por el agua y puede obstruir alcantarillas o bocas de desagüe.

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